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Uso de la presión de oclusión de las vías respiratorias a 100ms (P0.1) en el proceso de weaning

Foto del escritor: FisioventFisiovent

El proceso de desvinculación y retiro de la VM es uno de los desafíos más grandes de los profesionales en las unidades de cuidados intensivos. No existe aún un índice que pueda predecir el éxito en este proceso.


Es muy importante reconocer el momento oportuno para la liberación de la ventilación mecánica (VM) a los efectos de reducir los costos de los gastos sanitarios, disminuir la morbilidad y la mortalidad hospitalaria. Una interrupción prematura de la VM puede causar complicaciones respiratorias y cardiovasculares; mientras que la desvinculación tardía puede generar atrofia diafragmática u otros eventos asociados a la VM como, por ejemplo, neumonía y producir aumento en la estadía hospitalaria.


La P0.1 es la presión negativa de las vías respiratoria generada por el paciente durante los primeros 100 milisegundos contra una vía aérea ocluida. Esta presión puede obtenerse de manera no invasiva en la mayoría de los ventiladores mecánicos de nueva generación, o por medio de una simple maniobra a través de un monitor de mecánica respiratoria que integre la señal en forma gráfica.


Varias características hacen de la P0.1 una medida de la descarga del centro respiratorio, ya que no existe reacción consciente o inconsciente a la carga mecánica durante los primeros milisegundos de una oclusión inesperada.

La P0.1 refleja el impulso neuromuscular que podría ser un sustituto potencial del esfuerzo inspiratorio del paciente

La P0.1 se correlaciona muy bien con el trabajo respiratorio del paciente (WOB), con el producto presión tiempo (PTP) y con la presión de los músculos respiratorios (Pmusc). Por lo tanto ha sido utilizada como indicador predictivo de la desvinculación de la VM.


Como parte del volumen de fin de espiración cualquier caída en la presión de la vía aérea es independiente de la presión de retroceso elástico del pulmón y del tórax. Debido a que el flujo se interrumpe, la P0.1 es independiente de la resistencia y no hay cambios en el volumen pulmonar que puedan inducir o modificar la relación fuerza-velocidad.


El profesional procede a realizar oclusiones aleatorias al final de la espiración con una válvula unidireccional que permite exhalar el aire, el sensor de flujo y de presión diferencial nos da la señal de flujo y presión respectivamente. Dicha señal, es integrada por un software que nos permite obtener un registro gráfico para un análisis posterior.



En sujetos sanos, la P0.1 varía entre 0,5 y 1,5 cmH2O. En pacientes con EPOC estables y no intubados, la P0.1 varía entre 2,5 y 5,0 cmH2O. Se han informado rangos de P0.1 de 3,0 a 6,0 cmH2O en pacientes con SDRA bajo ventilación mecánica, y de 1,0 a 13 cmH2O durante la desvinculación de la VM.


La P0.1 ha sido estudiada como predictor del éxito o fracaso de la desvinculación, un valor elevado de esta durante la prueba de ventilación espontanea se asoció con fracaso. Sin embargo, la superposición en los valores de P0.1 entre los grupos de éxito y fracaso se evidenció a medida que se publicaron más estudios y no se logro determinar ningún umbral que anticipe con precisión el resultado del weaning usando P0.1 solo o combinado con otros parámetros. Esto se explica por la compleja fisiopatología del fracaso de la desvinculación y el diseño de los estudios.


A pesar de no tener un valor determinado para predecir el resultado del weaning, los profesionales aún pueden obtener información sobre el impulso respiratorio (alto o bajo). En este contexto, valores muy altos (por ejemplo, superiores a 6 cmH2O) están asociados con el fracaso.


Fuente: Telias I. Intensive care medicine 2018, 44 (9): 1532-1535

Sato R. Journal of Critical Care 2021, 63 :124-132


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